
Redadas y represión: Los Ángeles se convierte en epicentro de la confrontación migratoria
Por EDITOR Junio 9, 2025 89
Miles de personas se enfrentaron ayer con elementos de la Guardia Nacional en el centro de Los Ángeles, luego del arribo de tropas federales enviadas por órdenes del presidente Donald Trump. La respuesta oficial incluyó gases lacrimógenos, balas de goma y granadas de aturdimiento contra la multitud, dejando un saldo de al menos 27 personas detenidas, en el tercer día consecutivo de protestas contra las redadas masivas de migrantes.
Las movilizaciones no se limitaron a la ciudad angelina. En Compton y Pasadena, California, así como en Chicago, Illinois, cientos más salieron a las calles. En Pasadena, manifestantes portaban carteles con el mensaje “ICE, fuera de (Pasa)DENA”, frente a un hotel donde presuntamente se alojaban agentes federales.
Desde su red Truth Social, Trump calificó a la ciudad como "invadida y ocupada por indocumentados y criminales", acusando a los manifestantes de ser “turbas violentas e insurrectas”. Su mensaje fue respaldado por el vicepresidente JD Vance, quien aseguró que “el presidente no tolerará disturbios ni violencia”.
En respuesta, el gobernador Gavin Newsom denunció el despliegue militar como “ilegal e inmoral”, y advirtió que California acudirá a los tribunales. La alcaldesa Karen Bass llamó a mantener la protesta en términos pacíficos, mientras responsabilizó al gobierno federal por el clima de tensión.
A través de redes sociales, Trump volvió a atacar: “El gobernador Gavin Newscum (sic) y la alcaldesa Bass deberían disculparse con el pueblo de Los Ángeles por su pésimo manejo”. Agregó que los participantes en las protestas “no son manifestantes, son alborotadores”.
Críticas desde la Casa Blanca y altos funcionarios republicanos se dirigieron también al uso de banderas extranjeras en las manifestaciones. La vocera Karoline Leavitt publicó una imagen de una mujer ondeando la bandera de México para denunciar que “radicales de izquierda están atacando con saña a los agentes del ICE y la Patrulla Fronteriza”.
Stephen Miller, asesor de Trump, avivó aún más la narrativa al cuestionar: “¿Cómo describimos a ciudadanos extranjeros que ondean banderas extranjeras, se amotinan y obstruyen la ley federal?”.
En contraste, la representante Maxine Waters confrontó directamente a los elementos militares frente al Centro de Detención Metropolitano en Alameda: “¿A quién van a disparar? Si me van a disparar, más les vale disparar con precisión”, citó el Los Angeles Times.
Desde Vermont, el senador Bernie Sanders advirtió que “los enfrentamientos han dejado al descubierto el autoritarismo de Trump en tiempo real”. Acusó al exmandatario de provocar el caos para justificar medidas de excepción: “Realizar redadas ilegales masivas. Provocar una contrarrespuesta. Declarar el estado de emergencia. Llamar a las tropas: inaceptable”.
Durante la jornada, un grupo de manifestantes bloqueó ambos sentidos de la autopista 101 a las 15:45 h local, portando banderas mexicanas y pancartas con consignas a favor de los derechos migrantes. La vía fue despejada posteriormente por la Patrulla de Carreteras de California.
Los disturbios también incluyeron actos de vandalismo: cinco taxis autónomos Waymo fueron atacados, tres de ellos incendiados. En medio del caos, un helicóptero policial lanzó un mensaje a los manifestantes: “Los tengo a todos grabados. Voy a ir a sus casas”.