
Partidos debaten reforma laboral: 40 horas semanales y sueldo mínimo para propineros
Por EDITOR Mayo 6, 2025 317
Durante la mesa de análisis de este lunes, representantes del PRI, Morena y Movimiento Ciudadano abordaron temas clave en materia laboral que están marcando la agenda legislativa: la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y la obligatoriedad de garantizar el salario mínimo a trabajadores que perciben propinas, como meseros y despachadores de gasolina.
Desde Zacatecas, la senadora Claudia Edith Anaya (PRI) denunció el ambiente de inseguridad que se vive en el estado y criticó el nepotismo en el gobierno local. Además, señaló que el conflicto por la construcción de un puente en la capital refleja el desorden administrativo y legal en la entidad.
El diputado federal Mario Miguel Carrillo (Morena) destacó la ceremonia del 5 de mayo en Puebla y aprovechó para recalcar que el gobierno federal está comprometido con mejorar las condiciones laborales en el país. Recordó que la doctora Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, asumió el compromiso de impulsar la jornada laboral de 40 horas, un tema que fue bloqueado en la administración de López Obrador por falta de voluntad política.
Por su parte, la diputada Sofía Margarita (Movimiento Ciudadano) fue enfática al señalar que esta agenda ha sido promovida por su partido desde hace varios años, y criticó que se postergue la implementación plena hasta 2030. “Eso es mediocridad, cuando la OIT lleva noventa años recomendando la jornada de 40 horas”, afirmó.
Los legisladores discutieron también los diferentes modelos para implementar esta reforma, mencionando el caso chileno como referente. Se habló de establecer esquemas flexibles, sin superar las 8 horas diarias, y con adaptaciones para industrias como la restaurantera, automotriz y de servicios.
En cuanto al tema de las propinas, se precisó que aunque la ley ya contempla el derecho a percibir el salario mínimo independientemente de las propinas, la falta de cumplimiento ha sido una constante. La reforma busca cerrar estas brechas y reconocer formalmente el salario base para quienes viven de propinas.
Aunque aún no existe un dictamen aprobado, la discusión mostró una coincidencia entre fuerzas políticas en avanzar en la mejora de las condiciones laborales, aunque con matices sobre los tiempos y mecanismos de implementación.