Israel intensifica demoliciones en Gaza tras el alto al fuego; Amnistía condena ley de pena de muerte a palestinos
Por EDITOR Noviembre 13, 2025 73
Las fuerzas israelíes han llevado a cabo una nueva ola de demoliciones de edificios residenciales en la ciudad de Gaza, pese al alto al fuego anunciado el 10 de octubre. Paralelamente, Amnistía Internacional exigió a Israel detener la aprobación de una ley que impondría la pena de muerte a palestinos acusados de “terrorismo”.
El organismo denunció que la medida, avalada por 39 legisladores en primera lectura, busca aplicar la pena capital exclusivamente a palestinos condenados por el asesinato de israelíes, lo que contraviene el derecho humanitario internacional. El proyecto, impulsado por el primer ministro Benjamin Netanyahu —quien enfrenta cargos ante la Corte Penal Internacional—, fue aprobado en la primera de tres votaciones.
Analistas consultados por Al Jazeera afirmaron que la destrucción sistemática de infraestructura muestra una intención deliberada de volver inhabitable la ciudad de Gaza, lo que calificaron como un acto de limpieza étnica.
Entre las víctimas del conflicto se encuentra Mohamed Wael Helles, un estudiante de 14 años que soñaba con ser médico y hoy sufre parálisis parcial tras un ataque aéreo israelí. El gobierno gazatí reportó que seis mil personas han sufrido amputaciones, una cuarta parte de ellas niños, y denunció la falta de programas de rehabilitación y apoyo psicológico.
Mientras tanto, Israel anunció la reapertura permanente del paso fronterizo de Zikim para permitir el ingreso de ayuda humanitaria, bajo la supervisión del ejército y organismos internacionales. Sin embargo, Unicef alertó que Israel mantiene bloqueado el acceso de insumos esenciales como jeringas, refrigeradores solares y leche infantil desde agosto, con el argumento de que podrían tener uso militar.
En Cisjordania, el presidente israelí Isaac Herzog condenó los ataques de colonos contra aldeas palestinas, calificándolos como “graves” y una “línea roja” que debe erradicarse. En paralelo, el ejército israelí ordenó la incautación de más de 3.8 hectáreas de tierras agrícolas en Beit Ummar, Hebrón, donde familias locales dependen del cultivo de aceitunas, almendros y viñedos. Naciones Unidas advirtió que la actual cosecha de aceitunas es la más violenta desde 2013.

