Confianza del consumidor sufre su mayor caída en cuatro años y enciende alertas económicas
Por EDITOR Diciembre 8, 2025 77
La incertidumbre económica volvió a golpear el ánimo de los hogares mexicanos: en noviembre, la confianza del consumidor registró su descenso mensual más severo desde 2021, de acuerdo con cifras del Inegi y el Banco de México. El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) cayó a 44.2 puntos en su serie desestacionalizada, retrocediendo 1.6 unidades frente a octubre y acumulando tres meses consecutivos a la baja.
El deterioro fue generalizado. Las familias se muestran más pesimistas sobre la situación económica del país y la que esperan dentro de un año. También retrocedieron las percepciones sobre el entorno económico del hogar, lo que impacta en la disposición para adquirir bienes duraderos. En la comparación anual, el ICC reportó una disminución de 3.5 puntos.
De los cinco componentes del indicador, todos cayeron. Las expectativas económicas del país para los próximos 12 meses tuvieron la mayor baja, con -2.4 puntos, seguidas por la evaluación de la situación actual (-2.3 puntos). En las valoraciones internas del hogar, la situación económica futura retrocedió 1 punto y la actual lo hizo en 0.9 puntos. Incluso las posibilidades de compra de bienes y electrodomésticos bajaron 0.8 puntos.
Monex advirtió que el panorama interno —como la moderación del mercado laboral, la debilidad del consumo y la menor entrada de remesas— podría reducir el gasto durante fin de año. El reporte subraya que el comportamiento de la inflación será clave para definir si el consumo se estabiliza o sigue perdiendo fuerza.
La economía mexicana, presionada por movimientos en la política comercial de Estados Unidos, enfrenta un crecimiento más débil de lo previsto. Mientras el gobierno estima un avance de entre 0.5% y 1.5% para este año, el consenso de especialistas encuestados por Citi prevé apenas 0.4%.
Los indicadores complementarios del ICC también se contrajeron. Destacó la caída de 2.9 puntos en las posibilidades de ahorro, el retroceso más profundo del conjunto. También disminuyó la confianza en el comportamiento futuro de los precios, las expectativas sobre construcción o remodelación de vivienda y la planeación de compras relevantes como ropa, calzado, alimentos e incluso vehículos.
El análisis concluye que los hogares enfrentan un entorno más restrictivo y muestran mayor cautela, lo que podría traducirse en un consumo moderado hacia el cierre del año.
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