El Servicio de Inteligencia Exterior de Estonia advirtió el martes que Rusia se está preparando para una confrontación militar con Occidente en la próxima década. Esta confrontación podría ser disuadida por un contra-desarrollo de fuerzas armadas.

Un número creciente de funcionarios occidentales han advertido sobre una amenaza militar de Rusia a los países del flanco oriental de la OTAN, y han pedido a Europa que se prepare rearmándose.

El jefe del servicio de inteligencia, Kaupo Rosin, dijo que la evaluación se basó en los planes rusos de duplicar el número de fuerzas estacionadas a lo largo de su frontera con Finlandia, miembros de la OTAN, y los Estados bálticos de Estonia, Lituania y Letonia.

Rosin declaró: “Rusia ha elegido un camino que es una confrontación a largo plazo… y el Kremlin probablemente esté anticipando un posible conflicto con la OTAN dentro de la próxima década”.

A pesar de estas advertencias, Rosin considera que un ataque militar por parte de Rusia es “altamente improbable” en el corto plazo, en parte porque Rusia tiene que mantener tropas en Ucrania. Sin embargo, advirtió que si no se toman medidas de preparación, la probabilidad de un ataque militar ruso sería mucho mayor.

Estonia y los demás Estados bálticos han aumentado su gasto militar a más del 2% del valor de sus economías después de que Rusia anexó Crimea en 2014. Alemania planea tener 4.800 tropas listas para el combate en la región para 2027, en su primer despliegue permanente en el extranjero desde la Segunda Guerra Mundial.

Rosin concluyó que la OTAN y sus aliados están avanzando en la dirección correcta para contrarrestar la amenaza rusa. No obstante, hizo hincapié en la necesidad de mantener o aumentar el apoyo occidental a Ucrania, cuya capacidad para proporcionar municiones a sus tropas sigue siendo superada por la de Rusia.