La innecesaria adquisición de Banamex | Narrativa Económica de Eduardo López Chávez

Por EDITOR Mayo 25, 2023 66

Por Eduardo López Chávez*

Cuando las decisiones se toman con inteligencia, perduran y generan un beneficio, cuando es por terquedad, solo reflejan locura… Macraf

Una de las principales condiciones para generar competitividad en una economía y, por tanto, asegurar el correcto funcionamiento del libre mercado es que sea a través del mecanismo de oferta y demanda, la forma en que se establezca que, como, cuando, cuánto, quién y para quién, se produce, es decir, que sea a través del acuerdo entre consumidores y productores que se fije la cantidad de bienes y servicios que estarán disponibles dentro de la economía, cuestión que incluye, la posibilidad de generar un proceso de comercio internacional debido a que existirán ciertos bienes y servicios que no sean producidos dentro del país, creando de esta forma la necesidad de importarlos, situación que le requiere a las empresas mayores flujos de efectivo, los cuales en un gran porcentaje, serán conseguidos a través del sistema financiero del país.

Lo anterior, es importante de analizar dadas las recientes declaraciones del titular del Ejecutivo Federal en México, después de que se diera a conocer la cancelación del proceso de venta directa de Banamex, declaraciones en las cuales dijo: "... nosotros (entiéndase el gobierno) si necesitamos un banco ...", lo cual hace surgir una pregunta: ¿realmente requiere el gobierno de un banco?

Habrá quienes digan que sería un buen instrumento para el Gobierno Federal poseer una institución financiera, sin embargo, las pruebas nos dicen todo lo contrario. De acuerdo con la legislación mexicana, existe lo que se conoce como la banca de desarrollo, instituciones financieras enfocadas a facilitar el acceso al ahorro y financiamiento a personas físicas y morales, así como, la prestación de asistencia técnica y capacitación en temas financieros, estas instituciones son: el Banco del Bienestar antes conocido como Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros, BANSEFI, el Banco Nacional de Comercio Exterior, Bancomext, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, Banobras, el Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y armada, Banjército, Nacional Financiera, Nafin, Sociedad Hipotecaria Federal, SHF y, la hoy extinta, Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, FND, conocida coloquialmente como financiera rural.

Lo anterior, significa que el gobierno no necesita un banco como lo dijo el titular del Ejecutivo Federal, dado que, ya tiene seis, de los cuales en realidad ninguno, por lo menos en la actual administración, ha logrado conseguir su objetivo primordial de facilitar el acceso al ahorro y financiamiento, salvo el caso del Banco del Bienestar, los demás se encuentran muy alejados de las necesidades de la población mexicana en términos financieros, aunque dicho sea de paso, el ineficiente Banco del Bienestar, si bien tiene un mayor contacto con la población debido a que es a través de esta institución que se hace la transferencia de recursos de los programas sociales del gobierno, no tiene la capacidad para brindar una mayor cantidad y diversidad de instrumentos financieros, es cierto que tiene muchas sucursales, pero, la mayoría sin personal, ni mobiliario, en buen cristiano, son inservibles, por lo tanto, ahí es donde radica la supuesta necesidad de que el gobierno compre Banamex, su alcance e infraestructura, le permitiría de manera inmediata al Gobierno Federal competir con el resto de instituciones financieras del mercado, ya sea a través del Banco del Bienestar o, como ha sucedido en este gobierno por medio del Ejército, dándole el nuevo juguete a Banjército.

Esta situación, podría generar una falla de mercado, ya que el gobierno se convertiría en un participante activo del mercado financiero, creando en el corto y mediano plazo incentivos incorrectos en el proceso de asignación de recursos, dado que, la definición específica de una empresa o institución pública, implica que esta tenga que gozar de ciertos beneficios tanto fiscales como presupuestales, es decir, obtienen una ganancia por la desaparición de ciertas presiones, por ejemplo, los empleados de Banamex pasarían a ser empleados de gobierno y, por lo tanto, este último, sería el obligado a pagar los sueldos y salarios de dichas personas, liberando a la institución de ese compromiso financiero y permitiéndole, enfocar esos recursos a otro tipo de actividades, lo que coloca a la institución en una ventaja sobre las demás.

El gobierno no necesita un banco más, porque no es, ni debe ser, un participante activo en el sistema financiero o en la economía en general, su función primordial debe ser como regulador y supervisor de la actividad entre particulares, y eso es algo que, desafortunadamente, en la actual administración no se entiende ya sea por ignorancia o terquedad.

* El autor es asesor, consultor y conferencista en temas de economía, política, gobierno y empresa, director fundador del sitio El Comentario del Día, conductor titular del programa de análisis económico, político y social “Voces Universitarias” y catedrático en la Facultad de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana y en la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.

Contacto y redes sociales: https://www.flowcode.com/page/eduardolopezchavez

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