
Inflación y autonomía
Por EDITOR Febrero 16, 2024 48Por: Eduardo López Chávez*
El cambio es la mejor forma de progresar, pero, solo se aprovecha cuando se decide dar el primer paso hacia lo desconocido… Macraf
En el panorama dinámico de la economía mexicana para el 2024, la estabilidad de los precios se convierte en un factor vital para el bienestar de los hogares, el crecimiento y el desarrollo económico del país. En este contexto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer la información relacionada con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), una herramienta que ofrece una visión detallada de la variación de los precios de bienes y servicios consumidos por los mexicanos.
El reciente incremento del 0.89% en el INPC, según los datos de enero de 2024, llama mucho la atención, dado que, aunque es menor en comparación con períodos anteriores, posiciona la inflación anual en un nivel del 4.88%, esto es, 0.88 puntos porcentuales por encima de lo establecido como límite superior permitido para el Banco de México, lo que plantea interrogantes sobre la política monetaria y la autonomía del banco central.
Como ya hemos mencionado en este espacio, si la inflación no es controlada, puede erosionar el poder adquisitivo de la moneda y generar incertidumbre en los mercados, afectando de esa forma a los más vulnerables. Es fundamental comprender el papel del Banco de México, cuya autonomía es considerada como un pilar clave en la estabilidad económica del país, ya que le otorga al banco central la capacidad de actuar de manera independiente en la conducción de la política monetaria, sin interferencias políticas que puedan comprometer su objetivo primordial: preservar el valor de la moneda nacional.
Para poder cumplir con dicho objetivo, se estableció una meta de inflación del 3%, con un margen de tolerancia del 1%; sin embargo, la reciente aceleración en la inflación que la coloca por encima del límite superior plantea interrogantes sobre la efectividad de este marco. ¿Qué sucedería si la inflación cayera por debajo del 2%? ¿Es contradictorio buscar aumentar la inflación para mantenerla dentro del rango establecido?
La aparente paradoja subyace en la concepción misma de la política monetaria y la fijación de metas de inflación. En un escenario ideal, la economía debería operar en equilibrio, con una inflación estable que refleje un crecimiento saludable y sostenible. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja, y las herramientas disponibles para los bancos centrales a menudo implican decisiones complejas.
Es evidente que la autonomía del Banco de México no debe ser cuestionada. Históricamente, ha demostrado ser un mecanismo eficaz para mantener la inflación bajo control y anclar las expectativas económicas a mediano y largo plazo. La autonomía no solo proporciona estabilidad, sino que también fortalece la credibilidad y la confianza en las instituciones financieras, elementos esenciales para fomentar la inversión y el crecimiento económico.
Además, la transparencia y la rendición de cuentas son pilares complementarios de la autonomía. El Banco de México ha avanzado significativamente en este aspecto, promoviendo una mayor apertura informativa y explicando claramente sus decisiones y acciones al público, situación que no solo mejora la comprensión de la política monetaria, sino que también fortalece la confianza en la institución y en el sistema financiero en su conjunto.
Dado lo anterior, la autonomía del Banco de México se convierte en un activo invaluable que debe ser preservado y fortalecido, sobre todo si se entiende que, gracias a esa característica, se busca obtener un bien mayor: estabilidad económica y, con ello, el bienestar de la sociedad mexicana. Sin embargo, esto no implica que el marco actual sea inmutable. La revisión periódica de las metas de inflación y la evaluación de la efectividad de la política monetaria son prácticas saludables que pueden conducir a ajustes y mejoras. La flexibilidad y la adaptabilidad son esenciales en un mundo económico en constante evolución.
En resumen, el desafío de mantener la estabilidad económica y la autonomía del Banco de México requiere un equilibrio delicado entre la prudencia y la innovación. Si bien es necesario mantener la solidez de las instituciones existentes, también es fundamental estar abiertos a la posibilidad de ajustes y reformas que puedan mejorar su eficiencia y eficacia. Desafortunadamente, esa prudencia no existe en la 4T, pero afortunadamente, han entendido que no se debe tocar al Banxico. Ahora el tema está adentro de la institución. ¿Estarían dispuestos a analizar un cambio en las formas? Solo el tiempo lo dirá.
* El autor es asesor, consultor y conferencista en temas de economía, política, gobierno y empresa, director fundador del sitio El Comentario del Día, conductor titular del programa de análisis económico, político y social “Voces Universitarias” y catedrático en la Facultad de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana y en la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
Contacto y redes sociales: https://eduardolopezchavez.mx/redes
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