
Huelga de estibadores en los puertos de Estados Unidos frena la economía marítima
Por EDITOR Octubre 3, 2024 204
La economía de Estados Unidos enfrenta un nuevo desafío tras el inicio de una huelga de los trabajadores portuarios. Los puertos en huelga manejan cerca del 50% de la carga marítima del país, incluyendo el 14% de las exportaciones agrícolas y más de la mitad de las importaciones.
El conflicto laboral está centrado en las demandas de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), que busca un aumento salarial del 77% en seis años. La Alianza Marítima de los Estados Unidos, que representa a los operadores portuarios, se muestra reacia a aceptar estas condiciones.
El 1 de octubre, tras no llegar a un acuerdo antes de la medianoche del 30 de septiembre, 36 puertos clave en la Costa Este y del Golfo quedaron paralizados por primera vez desde 1977. Esta acción, que afecta puertos desde Maine hasta Texas, está empujando a las empresas minoristas y logísticas a recurrir a soluciones más costosas para mantener operativas sus cadenas de suministro.
En medio de una campaña presidencial marcada por preocupaciones sobre la inflación y el costo de vida, la huelga representa una nueva incertidumbre para la economía estadounidense. La administración de Joe Biden evalúa diferentes estrategias para mitigar su impacto, aunque ha descartado el uso de la Ley Taft-Hartley de 1947, que podría forzar a los trabajadores a volver al trabajo, en apoyo a los sindicatos.
Con las elecciones a solo cinco semanas, la huelga aumenta la presión sobre minoristas y empresas de logística, que buscan alternativas como importar productos por adelantado o desviar mercancías a la Costa Oeste, lo que incrementa los costos.
Expertos advierten que incluso una huelga breve podría generar importantes retrasos, ya que por cada día de paro se requerirían al menos cinco para restablecer las operaciones. Si la huelga se prolonga una semana, los problemas podrían persistir hasta mediados de noviembre, afectando la temporada alta de demanda por las festividades. De no alcanzarse pronto un acuerdo, se podrían experimentar pérdidas en exportaciones, aumento de costos de importación, retrasos en la producción y un alza en los precios de consumo, impactando directamente a los consumidores en la temporada navideña.