
'Hohoho, regalos y residuos' | Por la Dra. Joaquina Niembro
Por EDITOR Diciembre 25, 2021 80
Dra. Joaquina Niembro
Académica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Panamericana
Corre el rumor en redes sociales que tanto el Niño Dios, Santa y los Reyes Magos firmaron el “Tratado del Polo Norte y Oriente sobre Desechos, Basura y Contaminación”. Todo indica que ahora, los regalos llegaran a las casas sin envolturas ni moños. Pocas cosas se comparan con la alegría de descubrir un regalo tras el papel o sacarlo de la bolsa adornada. Sin embargo, ese papel impreso tan lindo, ese moño de colores, o esa preciosa bolsita, al final van a parar a la basura. Sentimos tanta alegría por recibir un regalo material y lamentablemente parte de esa sorpresa es un desecho. Hoy, los niños son mucho más conscientes del tema ambiental de lo que éramos antes, que bueno que el Niño Dios, Santa y los Reyes también lo son.
En México, durante la época navideña se tira más basura. Hasta un 25% más. Diariamente se generan casi 2,000 toneladas más de desperdicios entre la comida que lamentablemente no se aprovecha, botellas, latas, además de platos, vasos desechables y envolturas. En la Ciudad de México, se prevé que cada persona, puede generar en estas fechas hasta 4 kilos más de basura al día. Esto, además de preocupante, pues tirar basura en tirar recurso, también es preocupante en el sentido de que no hacemos una correcta separación del desecho y destruimos el potencial de su aprovechamiento. Es decir, al no “cuidar” y separa la basura, los desechos que podrían reciclarse pierden esa propiedad, pues se contaminan con otros. Por otra parte e igual de importante, está el tema de empatizar con la persona que separa la basura sea dentro del camión o en el tiradero. Sí, aun hoy, muchos despreocupados siguen pensando “¿para qué separar si toda la basura la revuelven? No se han dado cuenta que al final puede haber “alguien” que separe la basura para revalorizar el residuo; esto es en pocas palabras: separar cartón y papel, vidrio, aluminio, otras latas, pet, plásticos, etc. para venderlos y obtener una ganancia. ¿Por qué no ayudar un poco a estas personas, separando correctamente y de paso contaminar menos?
Regresando al tema del regalo y la envoltura, habrá quien no se resista a la adrenalina de “romper el papel” a lo salvaje y sacar el regalo lo más rápido posible. Habrá quien prefiera despejar con cuidado cada trocito de cinta del papel e ir desenvolviendo el regalo poco a poquito pese a las caras de impaciencia de la familia. Sea cual sea tu estilo, la basura se seguirá generando tarde o temprano. Sí, habrá quien pueda decir, que podríamos “reciclar” la envoltura. Digamos mejor que para “reutilizar” la envoltura habría que enviarlas por correo o paquetería, sea el Polo Norte o el Oriente. Esto, además de caro, puede ser una mala idea en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. Por otro lado, si no las mandas, podrías guardar las envolturas para darles un mejor uso creativo. Forrar libros, cuadernos, usar para otros regalos al usar el papel por el otro lado, etc. Y como la basura se seguirá generando, aunque alargues la vida de la envoltura, tal vez sea mejor, prescindir directamente de ella, como pide el Tratado.
Al respecto de las emisiones de CO2 de los regalos, hay mucho que decir. Sin embargo, solo mencionaré las asociadas al transporte. Respecto al Niño Dios, como las entregas dependen de cuestiones espirituales, no he cuantificado su Huella de Carbono. En cambio, las emisiones de CO2 del trineo de Santa son más fáciles de estudiar y son equivalentes a cero, porque los renos y el trineo levitan con energía renovable del Polo Norte. Finalmente, el elefante, el caballo y el camello, son un tema delicado, pues los animales (sí también los renos) son de los mayores generadores de CO2 a nivel mundial, sin embargo, no me puedo pronunciar en contra, pues desde mi perspectiva son emisiones “más naturales” que quemar combustible fósil.
En conclusión, si al final, tu regalo llega con envoltura que parece nueva, llena de colores y moños de plástico, muy linda pero muy contaminante, existen tres posibles explicaciones:
1) Tu regalo se preparó antes de que se firmara el Tratado. Es decir, estaba en stock, sea en el almacén del Polo Norte, en Oriente, etc. esperando a ser entregado. En ese caso, cuando lo recibas, disfrútalo mucho y aprovecha esa envoltura y dale una segunda vida.
2) A lo mejor no te portaste bien y tu regalo no te lo trajo ni el Niño Dios, ni Santa, ni los Reyes. Sino que un buen samaritano ayudó para que no te quedaras sin nada. Y ese buen samaritano no sabía del Tratado Internacional.
3) Si, por otro lado, tu regalo va a llegar por la vía del “Amigo Imaginario” en el intercambio, puede ser que tu “Amigo” no sepa del Tratado. De igual manera, recibe el regalo, disfrútalo mucho, da una segunda vida a la envoltura y finalmente, invita a tu Amigo a informarse sobre la contaminación.
Si apenas te enteras del “Tratado del Polo Norte y Oriente sobre Desechos, Basura y Contaminación” firmado por los arriba mencionados, no te preocupes, por favor ocúpate ahora y actúa en consecuencia. Felices fiestas.
> Las opiniones que los columnistas y colaboradores expresan en los artículos que aquí publicamos, son de su autoría personal, por lo tanto, de su completa responsabilidad y no necesariamente representan los puntos de vista del Periodista Oscar Mario Beteta o de su servicio informativo OMB Online.
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