En su reunión de política monetaria del miércoles, la Reserva Federal de Estados Unidos decidió mantener las tasas de interés estables y retrasar el inicio de los recortes quizás hasta diciembre. Esta medida se tomó mientras los responsables de las políticas delineaban una visión de una economía que, en sus principales dimensiones, permanecerá prácticamente sin cambios en los próximos años.

Con el crecimiento económico y la tasa de desempleo en niveles considerados sostenibles a largo plazo, el presidente de la Fed, Jerome Powell, indicó que estaban satisfechos con mantener las tasas en su posición actual hasta que la economía presente señales claras de necesitar ajustes. Powell destacó que mientras la inflación se mantenga estable y el mercado laboral siga siendo sólido, la política actual parece ser la adecuada.

La Reserva Federal está preparada para una disminución gradual de la inflación hacia su objetivo del 2%, con el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) prácticamente sin cambios hacia fin de año. Se espera que los recortes de tasas se aceleren el próximo año, posiblemente comenzando en diciembre.

Powell enfatizó que las decisiones futuras se basarán en una amplia gama de datos económicos, incluyendo la inflación, el mercado laboral y el crecimiento económico. Aunque algunos analistas consideraron obsoletas las proyecciones de inflación debido a lecturas recientes más débiles, Powell mantuvo la posibilidad de un recorte en septiembre si la inflación continúa debilitándose.

Los inversores mantuvieron sus apuestas en contratos vinculados a la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal, anticipando recortes en septiembre y diciembre. Powell reconoció que la decisión sobre la trayectoria de las tasas fue difícil, pero consideró que la política actual es coherente con las condiciones económicas actuales.

Las nuevas proyecciones de la Reserva Federal indican un crecimiento económico ligeramente superior a la tendencia este año, con una tasa de desempleo estable. Además, se elevó la tasa "neutral" de largo plazo, lo que podría indicar una visión más restrictiva de la política monetaria en el futuro.

En resumen, la Reserva Federal optó por mantener las tasas estables y postergar los recortes hasta diciembre, basándose en una evaluación cuidadosa de las condiciones económicas actuales y proyectadas.