Las autoridades impuestas por Rusia en la región de Jersón, al sur de Ucrania, han anunciado la implementación de un "régimen de funcionamiento del estado de emergencia" en los territorios bajo su control. Esto se debe a las graves consecuencias derivadas de la destrucción de la presa de Kajovka, según informó una fuente de emergencias a la agencia estatal rusa TASS.

La declaración de estado de emergencia inicialmente se había limitado a la zona de Nueva Kajovka, donde se encontraba la represa hidroeléctrica que fue destruida en una explosión. Tanto Ucrania como Rusia se culpan mutuamente por esta explosión.

Se estima que entre 22,000 y 40,000 personas se encuentran en la zona afectada, de acuerdo con el gobernador interino de Jersón, Vladimir Saldo. Además, se informa que alrededor de 2,700 casas han quedado inundadas, según la fuente de emergencias citada por TASS.

A pesar de la situación crítica, el alcalde impuesto por Rusia en Nueva Kajovka, Vladímir Leontiev, señala que los niveles de agua en la ciudad están comenzando a disminuir ligeramente, registrando una reducción de 35 centímetros, después de haber alcanzado hasta 12 metros en algunos lugares.

Las consecuencias del desastre también se han sentido en otras localidades ocupadas por las fuerzas rusas. La localidad de Korsunka quedó sumergida debido a la liberación descontrolada de agua del embalse de Kajovka. Según el presidente del Gobierno de la Administración de Jersón impuesta por Rusia, Andréi Alekseenko, la situación es también crítica en Hola Prostan, después de que la localidad de Oleshki quedara completamente inundada.

En medio de esta crisis, más de 2,700 personas han sido evacuadas de las áreas inundadas. Las autoridades ucranianas y las autoridades de ocupación rusa informaron sobre las evacuaciones, aunque con cifras ligeramente diferentes. Además, se han reportado al menos siete personas desaparecidas en la región.

La destrucción de la presa y las inundaciones subsiguientes han generado una situación de emergencia en la región de Jersón, resaltando aún más las tensiones y la crisis en curso en esta parte del sur de Ucrania bajo el control de Rusia.