Canadá y China sellan deshielo diplomático tras años de tensión, mientras crece su distanciamiento con Trump
Por EDITOR Noviembre 13, 2025 97
Apenas un año atrás habría parecido imposible: el primer ministro de Canadá, Mark Carney, y el presidente de China, Xi Jinping, estrechándose la mano y sonriendo. Tras seis años de relaciones congeladas por el caso Meng Wanzhou y la detención de los canadienses Michael Kovrig y Michael Spavor, Ottawa y Beijing reabren canales de diálogo en un momento en que Canadá enfrenta crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos.
El cambio comenzó con la visita de la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Anita Anand, a China, seguida por una reunión de 40 minutos entre Carney y Xi durante la cumbre APEC en Corea del Sur. Ambos gobiernos acordaron reactivar su cooperación económica y explorar una visita oficial de Carney a Beijing. Además, China volvió a incluir a Canadá en su lista de destinos turísticos aprobados, un gesto que apunta a normalizar los vínculos.
Analistas advierten, sin embargo, que China podría intentar aprovecharse de la vulnerabilidad canadiense mientras el presidente Donald Trump intensifica su guerra económica contra Ottawa. “China quiere crear una gran brecha entre Canadá y Estados Unidos”, alertó Michael Kovrig, ex prisionero en Beijing y asesor del Crisis Group.
Los intereses económicos empujan el acercamiento: Canadá impuso aranceles del 100 % a vehículos eléctricos chinos, y China respondió con gravámenes similares al aceite y semillas de canola, afectando gravemente a los agricultores canadienses. Pero con la Casa Blanca endureciendo su postura, Beijing empieza a verse como una alternativa menos hostil.
“El tono de Canadá hacia China ha dado un giro de 180 grados”, señaló Lynette Ong, académica de la Universidad de Toronto. Incluso figuras críticas del Partido Conservador, como el primer ministro de Ontario, Doug Ford, han instado a mejorar las relaciones con Beijing. “No considero a los estadounidenses el enemigo, pero ahora mismo Trump actúa como tal”, dijo.
Aunque el gobierno de Carney busca nuevos socios para proteger su economía, los expertos advierten que acercarse a China podría profundizar la ruptura con Washington. “El liderazgo se enfrenta a un cubo de Rubik”, resumió Fen Hampson, analista político de la Universidad de Carleton.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha empujado a varios aliados tradicionales hacia posiciones más independientes, fenómeno que Beijing observa con atención. Según el académico Brian Wong, China aprovecha la oportunidad para mostrarse más conciliadora con países occidentales que se sienten alienados por las políticas erráticas del presidente estadounidense.

