Una Trilogía de Fracasos
Por EDITOR Agosto 23, 2024 108
“Prometer el cielo y entregar el infierno: la especialidad de quienes se envuelven en la bandera para ocultar su incompetencia.” – Macraf
Estamos a unas cuantas semanas del final de este primer acto de la llamada Cuarta Transformación, y es inevitable hacer un examen de reflexión sobre lo que ha sucedido en los últimos años. Después de todo, hace casi seis años, una gran cantidad de personas decidió darle su voto de confianza al actual titular del poder ejecutivo. Hace algunos meses, ese compromiso fue refrendado por quienes apoyaron a la que se convertirá en la primera presidenta de este país. Es necesario, entonces, tratar de entender si esa confianza fue honrada o no.
Para empezar, el sistema de salud es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos en este país. Estamos por terminar el sexenio Lópezobradorista, y no sólo no tenemos el sistema de salud de Dinamarca, o uno mejor, sino que enfrentamos un grave problema de desabasto de medicamentos, falta de materiales básicos e incluso la ausencia de profesionales de la salud en algunas regiones. Esta situación, verdaderamente preocupante, nos hace preguntarnos qué se hizo en todo este tiempo. No sólo se destruyó el sistema de vacunación que durante muchos años fue motivo de orgullo a nivel internacional, sino que también se dejó en la total indefensión a millones de personas que dependían de los sistemas de salud públicos. A mi parecer, este es uno de los grandes puntos en los que el futuro residente de Palenque quedó a deber.
Por otro lado, el actual gobierno se jactó de que el crecimiento económico de los últimos 20 años, es decir, del periodo neoliberal, era algo vergonzoso. Las tasas de crecimiento que se mostraron en esos años, donde en promedio se crecía un poco más del 2%, fueron calificadas como producto de altos niveles de corrupción, compadrazgo y favoritismo. Sin embargo, la realidad es que el sexenio de López Obrador terminará siendo, junto con el de Miguel de la Madrid, uno de los peores en términos de crecimiento económico y, por lo tanto, de desarrollo económico. A estas alturas del sexenio, la narrativa no puede cambiar. Es importante entender que la dinámica económica de esta administración estuvo marcada por una pandemia que golpeó brutalmente a todo el mundo, pero también es crucial recordar que tanto antes como después de la pandemia, todo fue responsabilidad de quien encabeza la titularidad del poder ejecutivo. Ahí es donde podemos observar una gran cantidad de fallas que dejan al descubierto la ignorancia y la falta de sentido común en materia económica.
Un ejemplo claro es el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre de 2024. Según los datos recientemente publicados por el INEGI, el PIB aumentó sólo un 0.2% a tasa trimestral, en términos reales. El PIB de las actividades secundarias creció 0.3%, y el de las terciarias, 0.1%. Sin embargo, el PIB de las actividades primarias descendió 0.2% respecto al trimestre anterior. A tasa anual, el PIB creció una mediocre tasa del 1.0% en términos reales. El de las actividades terciarias avanzó 1.5%, y el de las secundarias, 0.4%. El PIB de las primarias cayó un 2.5%. Cabe destacar que cuando hablamos de actividades primarias, nos referimos a aquellas relacionadas con el campo, la pesca y otras similares. No se supone que “primero los pobres” era una de las consignas del gobierno actual. Sin embargo, son justamente a quienes más les ha afectado la incompetencia y la inconsciencia de las decisiones tomadas desde Palacio Nacional.
Por si fuera poco, la falta de una verdadera política económica enfocada en generar crecimiento y desarrollo ha provocado que aún tengamos tasas inflacionarias muy por encima de las metas establecidas por el Banco de México. En la primera quincena de agosto, aunque la inflación tuvo una ligera disminución del 0.03% respecto a la quincena anterior, la inflación general anual se ubicó en 5.16%. Cifra mayor a la del mismo periodo en 2023 (4.67%), un nivel alarmantemente alto como para celebrar y decir que todo está en orden.
Es triste ver cómo la confianza depositada en un hombre y luego en su sucesora puede convertirse en uno de los mayores errores de esta sociedad. Sin embargo, también es válido considerar que se podría otorgar un voto de confianza a la próxima administración. Realmente espero que estos tres problemas tan básicos y tan visibles puedan solucionarse en el corto plazo, pero sólo el tiempo lo dirá. Aquí es donde la decisión de la futura administración cobra más relevancia que nunca: ¿será la segunda parte de la llamada Cuarta Transformación un éxito, más de lo mismo, o un fracaso rotundo? Eso lo analizaremos aquí, porque será lo que marque la narrativa económica de este país.
* El autor es director general y fundador del sitio “El Comentario del Día”. Se desempeña como asesor, consultor y conferencista en temas de economía, política, gobierno y empresa. Además, conduce el programa de análisis “Voces Universitarias”. Es catedrático en la Facultad de Gobierno y Economía y en la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana, así como en la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
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