El expresidente Donald Trump fue acusado en una investigación del Departamento de Justicia por presuntos esfuerzos para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, los cuales culminaron en el violento motín de sus partidarios en el Capitolio de Estados Unidos. Esta es la tercera acusación penal presentada contra él en su intento de recuperar la Casa Blanca en 2024. Los cargos incluyen conspiración para defraudar a Estados Unidos, obstrucción de procedimientos judiciales y conspiración contra los derechos, entre otros.

La acusación llega mientras Trump lidera el campo de los republicanos que compiten por la nominación presidencial de su partido. Si bien sus seguidores podrían descartar el proceso como otro enjuiciamiento político, los cargos están relacionados con una de las amenazas más graves a la democracia estadounidense en la historia moderna.

Los hechos se centran en los turbulentos dos meses posteriores a las elecciones de noviembre de 2020, en los que Trump se negó a aceptar su derrota y difundió mentiras de que le robaron la victoria. El resultado fue el motín del Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando sus leales irrumpieron en el edificio y atacaron a los agentes de policía, interrumpiendo el conteo de votos electorales en el Congreso.

El juicio de Trump se llevará a cabo en Washington D.C., cerca de la Casa Blanca que una vez ocupó y el Capitolio que sus partidarios una vez asaltaron. Además de este caso, Trump enfrenta otras acusaciones en Nueva York y Florida. Los fiscales en Georgia también están investigando los esfuerzos de Trump y sus aliados para revertir su derrota electoral ante Biden en 2020.

A pesar de las acusaciones en su contra, Donald Trump sigue siendo el favorito para la candidatura presidencial republicana en 2024. La condena en este caso o en otros no impediría que Trump persiga la Casa Blanca nuevamente o se desempeñe como presidente.