El Tribunal Supremo de Texas autorizó este jueves la entrada en vigor de una ley que prohíbe los tratamientos de cambio de género a los menores. La decisión, que fue tomada con una sola frase, afecta a un estado con una población de 31.1 millones de personas, el más poblado de Estados Unidos.

La ley, aprobada por el gobernador Greg Abbott en junio, impide a los médicos recetar terapias hormonales, medicinas y cirugías de transición de género a menores de 18 años. Los menores que ya están recibiendo estos tratamientos serán obligados a abandonarlos.

La decisión del Supremo de Texas es un revés para las familias de niños transgénero y las organizaciones de defensa de los derechos humanos, que han argumentado que la ley es inconstitucional.

"Esta ley cruel y discriminatoria le roba a los niños transgénero el acceso a los cuidados médicos que necesitan para vivir una vida plena y saludable", dijo la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), una de las entidades que se opone a la ley.

La ACLU ha anunciado que continuará luchando para que la ley sea declarada inconstitucional.

La decisión del Supremo de Texas es la última de una serie de medidas que han tomado los estados conservadores para restringir los derechos de los transgénero. Al menos 18 estados han puesto en marcha, o están en el proceso, leyes que impiden o dificultan los tratamientos de cambio de género a los menores.