
Salario mínimo vs justicia laboral
Por EDITOR Diciembre 7, 2023 73
Por Eduardo López Chávez
Lo legal no siempre es lo más justo, pero es un buen punto de partida… Macraf
Recientemente, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) anunció con gran expectación un incremento significativo al salario mínimo en México para el 2024 del 20%. Este ajuste busca mejorar las condiciones económicas de millones de trabajadores en el país. Sin embargo, surgen algunas preguntas importantes al respecto. ¿Hasta qué punto se puede continuar aumentando el salario mínimo? ¿Es sostenible este nivel de aumentos a largo plazo?
Esta resolución de la Conasami llevará el ingreso laboral mínimo de 207.44 pesos diarios a los 248.93 pesos diarios. En la zona libre de la frontera norte, este incremento será aún más notable, elevándose de 312.41 a 374.89 pesos diarios. Según la Conasami, este aumento es un esfuerzo por eliminar las desigualdades económicas existentes en el país. Aproximadamente 8.9 millones de personas se beneficiarán directamente de este aumento salarial, pero según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, solo 119 mil de estos beneficiarios ganan hasta un salario mínimo. La gran mayoría se encuentra en un rango salarial entre el mínimo de 2023 y el nuevo establecido para 2024. En buen castellano, esto significa que el impacto real es muy bajo, lo que refrenda la idea de que no bastaría con ajustar los salarios para mejorar la situación de las personas. Se requiere ir más allá, lo que explica por qué estos constantes aumentos no han tenido un impacto directo en el nivel inflacionario, como se pensaba cuando iniciaron.
En cuanto a las empresas, la Conasami estima que el costo laboral promedio será del 2.1%. Sin embargo, es crucial señalar que las microempresas, aquellas con 1 a 5 empleados asegurados y que son las que generan la mayor cantidad de puestos de trabajo en el país, experimentarán un impacto mayor, alcanzando el 10.3%. Mientras tanto, las grandes empresas, con 251 empleados o más asegurados, apenas sentirán un incremento del 0.6%. Este desequilibrio plantea desafíos particulares para las pequeñas empresas, que a menudo operan con márgenes más ajustados. Esta situación desincentiva la contratación de personal y la creación de nuevos puestos de trabajo. Además, es importante decir que aunque con este incremento para 2024 se cumplen seis aumentos consecutivos (un 110% desde 2018), no se ha logrado reducir a los más de 32 millones de trabajadores que aún están en la informalidad. Por el contrario, estas presiones a las empresas podrían llevar a un aumento de la informalidad.
¿Hasta qué punto se puede continuar aumentando el salario mínimo? Según el presidente de la Conasami, la meta es superar los 371 pesos diarios como salario mínimo en todo el país. Este objetivo busca alcanzar el nivel más alto para este ingreso desde 1976. Sin embargo, hay varias imprecisiones en esta meta. En primer lugar, el poder adquisitivo de la moneda en 1976 era muy distinto al de 2023 y no es comparable. En segundo lugar, entre 1976 y 2023, la inflación acumulada es de aproximadamente 517,531.22%. Considerando que en 1976, el salario mínimo diario al cierre del año era de 82.74 pesos, equivaldría a 429,633.91 pesos en 2023. Este cálculo no es comparable. En tercer lugar, aunque los cálculos de la Conasami indican que ese máximo histórico de 1976 equivale a 313.36 en 2021, al día de hoy serían equivalentes a 361 pesos, 10 pesos menos de lo que ellos dicen que sería su meta. Entonces, ¿cuál es el dato correcto?
¿Es sostenible este nivel de aumentos a largo plazo? Si bien es cierto que el aumento del salario mínimo impulsa el consumo, beneficiando especialmente a las pequeñas y medianas empresas, no es sostenible a menos que existan estímulos para los empresarios. Después de todo, si ellos no tienen un incentivo real para crear nuevos puestos de trabajo a pesar del incremento en el costo laboral, el beneficio de los aumentos será prácticamente nulo.
En conclusión, aunque el incremento del salario mínimo puede ser visto como un avance en términos de justicia laboral, presenta enormes desafíos para las empresas, que requieren también del análisis y seguimiento por parte del gobierno. Esperemos que lo entiendan y no se convierta en una simple acción electorera con miras al 2024.
* El autor es asesor, consultor y conferencista en temas de economía, política, gobierno y empresa, director fundador del sitio El Comentario del Día, conductor titular del programa de análisis económico, político y social “Voces Universitarias” y catedrático en la Facultad de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana y en la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
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