
Resultados en la gobernabilidad y la política exterior
Por EDITOR Marzo 1, 2024 56Por Eduardo López Chávez*
No se gobierna solo con promesas, se tiene que cumplir con esas promesas… Macraf
Una de las principales acciones que todo gobierno debe realizar, con la finalidad de generar certeza y confianza entre los ciudadanos e inversionistas, tanto nacionales como internacionales, es rendir cuentas del ejercicio de los recursos, remarcando los beneficios que dicho gasto ha generado entre la población. Después de todo, la idea de generar certeza es captar nuevas inversiones que se traducirán en nuevas empresas, más empleos y, por lo tanto, mayor consumo, cuestión que genera crecimiento económico y permite iniciar el proceso de desarrollo económico.
Ahora bien, considerando lo anterior, es importante hacer un corte a tan solo ocho meses de que acabe la actual administración para ver cómo le ha ido. Para hacer más sencillo este análisis, abordaremos los resultados por cada una de las Secretarías de Estado. Esas donde los titulares son unos excelentes objetos de ornamento, unos floreros.
En el caso de la primera, es la oficina encargada de la política interna del país, es decir, tiene bajo su responsabilidad la relación del gobierno con todos los sectores económicos, políticos y sociales del país, los temas migratorios, así como con las diferentes fuerzas políticas y los gobiernos estatales y municipales. Asimismo, hace algunos años, también tenía a su cargo todo lo relacionado con seguridad y, por supuesto, el sistema penitenciario. Al inicio de esta administración llegó a ese puesto la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero, de quien en repetidas ocasiones he dicho no entender por qué tuvo un cambio tan radical, pasó de ser una de las ministras más progresistas de la historia de nuestro país, a un simple florero de ornato. Hoy, la Secretaría de Gobernación se ha reducido a un chiste mal contado, después de la ministra Sánchez Cordero, le fue encargada la titularidad de ese despacho a uno de los mejores amigos del titular del ejecutivo, Adán Augusto López Hernández, quien, a diferencia de su predecesora, sí empezó a operar políticamente desde la Secretaría de Gobernación, pero no en favor de los objetivos del país, ni mucho menos en pro de mejorar la gobernabilidad al interior del territorio. Operó políticamente en favor del presidente de la República buscando que los diferentes sectores, tanto económicos como políticos y sociales, rindieran pleitesía a quien ostenta la banda presidencial, más aún buscando cumplir con todas las indicaciones que desde Palacio Nacional se dictaran día tras día en las conferencias mañaneras. Hoy tenemos al frente de esa oficina a una persona que brilla por ser una eminencia gris, que ha dejado claro que su lealtad es con el presidente y no con el país. Que lo que importa es lo que quiere el presidente y no lo que el país requiere; que es el presidente quien gobierna y decide absolutamente sobre todos los temas, mientras que ella se dedica, como sus dos predecesores, a adornar la oficina de Bucareli. El costo económico de tal abyección es inmenso. Recordemos que la Secretaría de Gobernación, es la encargada de los procesos migratorios y su ineficiencia en el tema nos ha convertido en uno de los países más riesgosos para los migrantes a nivel internacional, basta recordar la tragedia de los migrantes que murieron víctimas de aquel incendio en una de las estaciones de migración. La que alguna vez fue llamada una súper secretaría hoy está reducida a nada, y ojo, nos cuesta mucho dinero en relación a los altos índices de ineficiencia que presenta.
Ahora bien, en el caso de la Cancillería, su primer titular en este sexenio fue Marcelo Ebrard, hoy uno de los principales contrapesos a Claudia Sheinbaum dentro del partido oficial y tal vez muchos podrán decir que se hizo un gran trabajo colocando a nuestro país en el escenario internacional. Sin embargo, si bien es cierto que realizaron un buen papel en ciertos momentos, por ejemplo, en la negociación para conseguir las vacunas contra el COVID-19, el canciller y su sucesora, la actual titular de la Secretaría, al igual que en el caso de la Secretaría de Gobernación, se convirtieron en floreros muy vistosos y costosos de mantener. Sobre todo, considerando que la política internacional de este país, de acuerdo con lo establecido por el propio presidente de la República, es lo que sucede al interior del país y la presencia del Jefe de Estado en las grandes cumbres y momentos de la historia mundial se redujo a mandar al canciller en turno para representar a nuestro país. Si en verdad tuvieran un poco de dignidad profesional, tanto Marcelo Ebrard en su momento como hoy Alicia Bárcena, renunciarían a esa oficina, porque es claro que sin importar el nivel de negociación o trabajo diplomático que puedan realizar, terminan sometiéndose a las decisiones de Palacio. Esta situación ha provocado un gran problema económico en nuestro país. Después de todo, la presencia del jefe de estado en los grandes foros permite entablar relaciones que pueden terminar en la captación de grandes inversiones que beneficien la calidad de vida de los mexicanos, situación que no ha sucedido. La diplomacia mexicana ha perdido terreno a nivel internacional y con ella, el nivel de competitividad nacional. Hoy, somos atractivos no por el gran trabajo de la cancillería mexicana, sino simplemente por nuestra posición geográfica. Nuestra representación en el extranjero se ha llenado de personajes a quienes se les han pagado favores políticos con una embajada. Quién diría que, para entrar al tan prestigiado sistema diplomático mexicano, bastaría con decirle que sí a un señor que no tiene ni la más mínima idea de lo que es la política exterior.
Ambas secretarías son vitales para el crecimiento y desarrollo económico del país. Ambas se han convertido en adornos que de poco sirven. Es una lástima que instituciones tan importantes terminen por someterse a los caprichos de una sola persona, pero así son los tiempos estelares de la 4T, en el puesto están los más ineficientes y el costo económico no importa, después de todo, eso lo pagan los ciudadanos.
* El autor es asesor, consultor y conferencista en temas de economía, política, gobierno y empresa, director fundador del sitio El Comentario del Día, conductor titular del programa de análisis económico, político y social “Voces Universitarias” y catedrático en la Facultad de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana y en la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
Contacto y redes sociales: https://eduardolopezchavez.mx/redes
Compartir
El papa Francisco reaparece en silla de ruedas tras semanas de convalecencia