La Ilusión de la Bonanza Económica
Por EDITOR Junio 20, 2024 41
Por Eduardo López Chávez*
El gobierno te da dinero con una mano y te quita oportunidades con la otra, pero todos aplauden porque no ven la mano oculta… Macraf
Desde hace mucho tiempo hemos dicho que la economía no va tan bien como pareciera. Sin embargo, es muy común escuchar a aquellos que defienden el oficialismo afirmar que la economía se encuentra en uno de sus mejores momentos. Tanto es así que los grandes indicadores macroeconómicos muestran un desempeño destacado. Por ejemplo, podemos hablar en términos del consumo.
Recientemente, el INEGI presentó los resultados del Indicador Mensual del Consumo Privado, cuya finalidad es dar a conocer la evolución del gasto que hacen los hogares en el consumo de bienes y servicios dentro de la economía. Hay que recordar que la importancia de este indicador radica en que cuando las personas tienen más capacidad de consumo, esto implica una mayor liquidez, por lo tanto, buscarán satisfacer sus necesidades a través de la adquisición de más y mejores bienes y servicios.
De acuerdo con este indicador, al cierre del mes de marzo de 2024, el consumo de bienes y servicios de origen nacional tuvo un incremento del 1.1%, y el de bienes de origen importado un 0.3%. Esto significa que al cierre de ese mes, los hogares consumieron en mayor medida bienes y servicios producidos dentro del país, lo cual representa una buena noticia. Sin embargo, en términos anualizados, el consumo privado tuvo un incremento del 5.9% al cierre de marzo de 2024, siendo los bienes de origen importado los que más aumentaron en su consumo, con un total del 25.8%. Por otro lado, el consumo de bienes y servicios nacionales tuvo un incremento únicamente del 3%. Esto significa que, al cabo de un año, los hogares decidieron consumir más bienes importados que los producidos dentro del país, una mala noticia, especialmente si consideramos que la demanda interna es lo que generará que la economía empiece a caminar, sí y solo sí se demandan cada vez más los bienes y servicios producidos dentro del territorio nacional.
Ahora bien, una de las preguntas que debemos responder para entender por qué la narrativa económica parece no cambiar y aparenta estar en su mejor momento es: ¿de dónde viene todo el dinero que los hogares están utilizando para consumir bienes y servicios? La respuesta es muy sencilla. Recordemos que a lo largo de esta administración han existido dos factores que el titular del Ejecutivo ha destacado de manera importante. Por un lado, los programas sociales que buscan hacer transferencias directas a sus beneficiarios, es decir, se les entrega de manera directa el dinero a cada uno de ellos. Por otro lado, tenemos las famosas remesas, que más que un logro del gobierno, como lo he mencionado en este espacio, deben ser vistas como una vergüenza nacional, precisamente porque implican el desplazamiento de connacionales a otras partes del mundo en búsqueda de mejores oportunidades para poder satisfacer sus necesidades a través de un trabajo bien remunerado. La combinación de estas dos situaciones ha provocado que, dentro de la economía, las personas tengan mayor liquidez que en tiempos anteriores, lo que a fin de cuentas reditúa en un mayor gasto.
Por supuesto, también hay que entender que esa mayor liquidez va acompañada, en el caso del entorno social de nuestro país, de un mayor gasto por parte de los hogares en temas relacionados con salud. Recordemos que en este gobierno, el 50% de la población, dentro de la cual se encuentra una gran cantidad de beneficiarios de los programas sociales y receptores de remesas, está fuera del sistema de salud, es decir, no tienen cobertura. Esto implica que esa mayor liquidez se enfoque justamente en cubrir ese rubro que el Estado ha dejado de brindar.
En buen cristiano, hay que recordar que si bien existe más liquidez, también existen menos beneficios por el goce de los bienes públicos. Sin embargo, la narrativa se asume como buena precisamente porque las personas ven reflejado en su bolsillo un incremento de liquidez, aunque no puedan percibir que dicho incremento se ve disminuido por el gasto en otros rubros que antes posiblemente no tenían. Esto, en términos políticos, nos lleva a entender que así es como trabaja el populismo en cualquier país: mientras más liquidez les des a los ciudadanos, mejor percepción de la actividad gubernamental tendrán y se evita poner en la mesa de discusión, de dónde saldrán los recursos para poder generar ese flujo de dinero.
Así, así se vislumbra el fin del primer acto de los tiempos estelares de la 4T y el inicio del segundo acto.
* El autor es director general y fundador del sitio "El Comentario del Día". Se desempeña como asesor, consultor y conferencista en temas de economía, política, gobierno y empresa. Además, conduce el programa de análisis "Voces Universitarias". Es catedrático en la Facultad de Gobierno y Economía y en la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana, así como en la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
Contacto y redes sociales: https://eduardolopezchavez.mx/redes
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