El lunes, en una feroz operación de rescate, Israel liberó a dos rehenes israelíes-argentinos que estaban siendo retenidos por Hamás en Rafah. Esta operación resultó en la muerte de 74 palestinos en la ciudad del sur de Gaza. Alrededor de un millón de civiles han buscado refugio en esta ciudad tras meses de bombardeos.

Los rehenes liberados son Fernando Simon Marman, de 60 años, y Louis Hare, de 70 años. Estaban entre las 250 personas capturadas durante el ataque del 7 de octubre a Israel por parte de militantes de Hamas, que desencadenó la guerra de Israel contra Gaza.

Más de cuatro meses después del inicio de la guerra, gran parte de la franja de tierra densamente poblada del Mediterráneo está en ruinas. Según funcionarios de salud de Gaza, hay 28.340 palestinos muertos y 67.984 heridos, y se cree que muchos otros están enterrados bajo los escombros.

El ejército israelí informa que 31 rehenes han muerto en ese tiempo. Sin embargo, el primer ministro Benjamín Netanyahu dijo que el rescate del lunes demostró que la presión militar debe continuar y desestimó la alarma internacional sobre los planes de un asalto terrestre a Rafah.

Washington acogió con satisfacción la liberación de los rehenes, pero dijo que estaba presionando a Israel para que estableciera un alto el fuego y aumentara la ayuda a Gaza. John Kirby, portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, dijo a los periodistas que se habían logrado algunos avances en las negociaciones hacia una pausa en los combates, pero que aún quedaba trabajo por hacer.

En la Cisjordania ocupada por Israel, la estación de televisión oficial de la Autoridad Palestina, Palestina TV, dijo que 74 palestinos murieron en la operación israelí en Rafah. No hubo confirmación inmediata por parte del Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás.

Un periodista de Reuters en el lugar de los hechos en Rafah vio una amplia zona de escombros donde los edificios, incluida una mezquita, habían sido destruidos. “He estado recogiendo partes del cuerpo de mi familia desde la mañana”, dijo Ibrahim Hassouna, mientras una mujer se arrodillaba cerca del cuerpo de un niño pequeño. “Sólo reconocí los dedos de las manos y de los pies”.

Un portavoz militar israelí dijo que los rehenes estaban retenidos en el segundo piso de un edificio que fue atacado con explosivos durante el ataque en medio de intensos intercambios de disparos con los edificios circundantes. “Hemos estado trabajando durante mucho tiempo en esta operación”, dijo el teniente coronel Richard Hecht. “Estábamos esperando las condiciones adecuadas”.

Edan Begerano, yerno de Hare, dijo que los rehenes estaban durmiendo cuando “en un minuto” los comandos estaban en el edificio y los cubrieron mientras luchaban contra los captores. “Estábamos un poco conmocionados… No lo esperábamos”, dijo sobre el rescate, añadiendo que Israel y Hamás necesitan llegar a un acuerdo rápido para asegurar la liberación de los rehenes restantes.

Hamás dijo que otros tres rehenes heridos en recientes ataques aéreos israelíes habían muerto y agregó que el destino de los otros rehenes heridos aún no estaba claro. El ejército de Israel dijo que los ataques aéreos habían coincidido con el ataque para permitir la retirada de sus fuerzas.

Hassouna, desplazado del norte de Gaza, dijo que sus familiares murieron al menos a 4 kilómetros (2 millas) de la operación militar. “No tenemos nada que ver con nada. ¿Por qué nos bombardeaste?” preguntó. La gente en Rafah dijo que dos mezquitas y varios edificios residenciales fueron alcanzados en más de una hora de ataques, que también destruyeron tiendas de campaña donde la gente se había refugiado. Niños heridos esperan tratamiento en el hospital kuwaití de Rafah.