Las agencias de inteligencia de Estados Unidos habían obtenido información sobre un complot para asesinar al expresidente y candidato republicano, Donald Trump, semanas antes del atentado que ocurrió el pasado sábado. Esta información fue revelada el martes 16 de julio de 2024, por fuentes familiarizadas con el asunto a la agencia de noticias española Efe.
Las fuentes aclararon que no existe ningún vínculo entre el supuesto plan iraní y el intento de asesinato de Trump que tuvo lugar en un mitin en Butler, Pensilvania. En ese evento, un joven de 20 años disparó contra el expresidente, hiriéndolo en una oreja y matando a uno de los asistentes.
A pesar de la falta de conexión aparente, en el momento del atentado, el Servicio Secreto había incrementado las medidas de seguridad para Trump debido a las amenazas provenientes de Irán. Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para evitar que el atacante, identificado como Thomas Matthew Crooks, se subiera a un tejado y disparara en varias ocasiones antes de ser abatido por agentes del Servicio Secreto.
Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, señaló que Irán ha estado amenazando a funcionarios estadounidenses durante años, en venganza por el ataque ordenado por Trump en 2020, que resultó en la muerte del general Qasem Soleimaní, exjefe de la fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní.
Debido a estas amenazas, varios ex altos cargos de la administración de Trump, incluidos el exsecretario de Estado Mike Pompeo y el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, todavía cuentan con escoltas. "Consideramos este asunto de seguridad nacional de la más alta prioridad", afirmó Watson, citada por la agencia estadounidense AP. La portavoz también aseguró que no se ha encontrado ningún vínculo entre el atacante y agentes extranjeros.
Según el FBI, que lidera la investigación, el atacante actuó solo y utilizó un fusil semiautomático AR-15 que había sido comprado legalmente por su padre.
El Servicio Secreto está bajo intenso escrutinio debido a los fallos que permitieron el intento de asesinato contra Trump, el primer incidente de este tipo desde el atentado contra el presidente Ronald Reagan en 1981. El gobierno de Estados Unidos ha anunciado una investigación independiente sobre estos fallos y ha reforzado la seguridad de Trump, así como del candidato independiente Robert Kennedy Jr.
Por su parte, Irán ha descalificado las afirmaciones de la inteligencia estadounidense sobre un supuesto plan para asesinar a Trump, considerándolas "sin fundamento" y "malintencionadas". Una fuente de la Misión de Irán ante la ONU subrayó que "Trump es un criminal que debe ser perseguido y castigado en un tribunal", refiriéndose al asesinato de Soleimaní, y destacó que Irán ha optado por la vía legal para llevar a Trump ante la justicia.