El miércoles, tropas israelíes llevan a cabo la entrada al hospital Al Shifa en Gaza después de un asedio prolongado. La acción se justifica, según Israel, en la búsqueda de instalaciones subterráneas utilizadas por combatientes de Hamas, a quienes acusan de centralizar sus operaciones en el hospital.

Se informa que durante la incursión se descubrieron armas no especificadas y lo que se describe como "infraestructura terrorista". El ejército israelí alega que estos hallazgos surgieron después de enfrentamientos fuera del hospital, donde combatientes de Hamas fueron eliminados.

Testigos desde el interior del hospital describen la situación como tensa, pero sin enfrentamientos directos con civiles, pacientes o personal médico. Se han escuchado disparos esporádicos, aunque no se han reportado heridos dentro del recinto.

La atención mundial se centra en la situación de los miles de civiles y pacientes atrapados en el hospital sin suministro eléctrico para operar el equipo médico básico. Las autoridades de Gaza informan de víctimas mortales, incluidos recién nacidos, como consecuencia del asedio israelí.

El ejército israelí ha publicado fotografías que, según afirman, demuestran la presencia de suministros médicos y alimentos para bebés transportados al hospital. Hamás ha calificado estas afirmaciones como parte de la propaganda israelí.

La entrada al hospital se anunció previamente a la administración del mismo, según el ejército israelí. La presencia militar dentro del hospital se mantiene, y se realizan búsquedas en el complejo. Los detalles específicos de las intenciones de las tropas no están claros para el personal médico en el lugar.

La ONU ha reiterado que los hospitales no deben ser objetivos militares y que la protección de los civiles debe ser prioritaria. Mientras tanto, las negociaciones para un alto el fuego, mediadas por Qatar, están en curso, aunque no se ha llegado a un acuerdo hasta ahora.