Los precios del petróleo experimentaron un alza este miércoles debido a las preocupaciones generadas por el huracán Beryl, que amenaza con interrumpir la producción petrolera y la infraestructura de exportación en el Golfo de México. Esta situación se presenta justo antes del feriado del Día de la Independencia en Estados Unidos, lo que limitó las operaciones comerciales.
El crudo Brent aumentó 1.10 dólares, equivalente a un 1.3%, alcanzando un cierre de 87.34 dólares por barril, mientras que el crudo West Texas Intermediate (WTI) de EE.UU. ganó 1.07 dólares, un incremento del 1.3%, cerrando en 83.88 dólares por barril.
La Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA) reportó la semana pasada una sorpresiva disminución de 12.2 millones de barriles en los inventarios de crudo almacenados en el país, superando significativamente las expectativas de los analistas.
Según Matt Smith, analista de petróleo de Kpler, "las fuertes exportaciones, una leve caída en las importaciones y un aumento en el rendimiento de las refinerías contribuyeron a la significativa reducción de 12 millones de barriles en los inventarios de crudo".
Sin embargo, el impacto del huracán Beryl en la región del Golfo de México ha mantenido los precios elevados. Aunque se anticipa que la tormenta se debilite al ingresar al Golfo esta semana, persisten las preocupaciones sobre posibles interrupciones en la producción y exportación de crudo en México, un importante exportador petrolero.
El aumento en la producción de la OPEP durante junio, impulsado por Nigeria e Irán, contrarrestó los esfuerzos de otros miembros y de la alianza OPEP+ por mantener limitadas las cuotas de producción. Además, las preocupaciones sobre una recuperación económica lenta en China también influyeron en los precios del petróleo, con datos que muestran una desaceleración en la actividad de servicios y una confianza empresarial en mínimos de varios años, lo que podría afectar la demanda global de petróleo.
En resumen, el mercado petrolero enfrenta una situación de volatilidad debido a factores climáticos y económicos clave, mientras los inversionistas observan de cerca los desarrollos en el Golfo de México y su impacto potencial en la oferta global de crudo.