Guarda Nacional estará bajo el mando del Ejercito mexicano
Por EDITOR Septiembre 20, 2024 100
Morena, liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha dado un paso clave en su plan para integrar la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Utilizando su mayoría en la Cámara de Diputados, el oficialismo aprobó sin dificultades la reforma constitucional, a pesar de las advertencias de la oposición sobre la militarización de la seguridad pública. Con el apoyo de sus aliados, Morena consiguió 362 votos, superando ampliamente los dos tercios requeridos para cambiar la Constitución. Esta reforma, una de las más significativas para López Obrador, convierte a la Guardia Nacional, inicialmente creada con un enfoque civil, en una nueva fuerza armada dirigida por un general de división.
El gobierno logró superar los obstáculos que anteriormente habían frenado la transferencia de la GN a la Sedena. López Obrador ha defendido la necesidad de que el Ejército controle la Guardia Nacional para asegurar la disciplina y evitar la corrupción, señalando las fallas de la extinta Policía Federal, a la que calificó como incapaz y corrupta.
En 2022, Morena intentó transferir la Guardia Nacional a la Sedena mediante cambios a leyes secundarias, pero la Suprema Corte de Justicia invalidó esa estrategia. Ahora, con una mayoría calificada en la Cámara de Diputados, el oficialismo ha logrado concretar la reforma. La Corte no se prevé como un obstáculo esta vez, después de la reciente reforma judicial.
La reforma modifica el artículo 21 de la Constitución, que en 2019 había establecido que la Guardia Nacional sería un cuerpo civil adscrito a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Ahora, la GN será una fuerza de seguridad pública permanente, integrada por personal militar con formación policial y bajo la Sedena. Aunque la SSPC seguirá diseñando la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, la GN será la encargada de ejecutarla. Además, la Guardia Nacional tendrá nuevas facultades de investigación de delitos, y su comandante será un general del Ejército, designado por el Ejecutivo a propuesta de la Sedena, posiblemente bajo el futuro mandato de Claudia Sheinbaum.
La Suprema Corte previamente había fallado que la seguridad pública debía estar bajo autoridad civil y que las Fuerzas Armadas solo podían colaborar en casos excepcionales. Sin embargo, Morena ha logrado modificar la Constitución para sortear esas restricciones.
Durante la sesión, la oposición criticó la reforma. Patricia Mercado, de MC, advirtió que la medida elimina controles democráticos sobre la GN, mientras que Dolores Padierna, de Morena, insistió en que los miembros de la GN seguirán sujetos a la justicia civil en caso de cometer delitos. Los legisladores oficialistas destacaron que el presidente, como comandante supremo de las Fuerzas Armadas, garantizará que no haya abusos militares, y subrayaron la formación en derechos humanos de los militares en la GN.
La oposición recordó los tiempos en los que Morena se oponía a la militarización. El panista Miguel Monraz calificó al gobierno actual como el más violento de la era moderna, y otros señalaron la falta de autocrítica por parte del oficialismo. Los diputados de Morena, por su parte, defendieron la reforma como un paso necesario para asegurar la disciplina y el control en la Guardia Nacional, y destacaron el fracaso de la estrategia militar del gobierno de Felipe Calderón.
Finalmente, la reforma fue aprobada en una sesión relativamente tranquila, sin el nivel de oposición que había acompañado la reforma judicial. Para López Obrador, la aprobación de esta medida es otro logro importante en su agenda política antes de entregar el poder.
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