BRICS controlará al mundo en 2035

Por EDITOR Agosto 28, 2023 42

Por Ramses Pech

Llegamos a un momento en la historia donde la economía mundial parece estar sumida en un letargo, mientras diversas naciones, en medio de sus transiciones políticas y administrativas, se centran exclusivamente en las preocupaciones del presente. Sin embargo, es fundamental comprender que las proyecciones y decisiones que tomemos en este momento no solo impactarán a quienes estamos aquí ahora, sino también a las generaciones futuras que heredarán este legado.

Es necesario abogar por una visión más holística y orientada hacia el futuro al tomar decisiones de índole política y económica. El cortoplacismo puede ser tentador, pero su influencia es efímera, ya que la velocidad con la que se desenvuelven los acontecimientos actuales relega muchas decisiones al olvido en cuestión de horas, pero sus repercusiones pueden extenderse mucho más allá en el tiempo.

Un enfoque ejemplar en este sentido es el que ha adoptado China. Este país ha sabido comprender y abrazar el concepto de adaptación ideológica y ha forjado una política exterior en función de una combinación de factores económicos, financieros, tecnológicos, energéticos y medioambientales, en un enfoque camaleónico que se ajusta a múltiples direcciones. Esta táctica, que se refleja en sus aperturas económicas y en su disposición a cooperar en diversos ámbitos, les ha permitido ganar un espacio en la economía global.

China ha demostrado que abrirse a la inversión extranjera directa puede tener un impacto positivo en su desarrollo. Durante las últimas dos décadas, ha atraído a empresas estadounidenses seducidas por sus bajos costos de manufactura. No obstante, la clave de su éxito radica en que, en lugar de simplemente replicar los modelos extranjeros, ha logrado adaptarlos y desarrollar sus propias tecnologías, lo que le ha permitido evolucionar de ser una economía meramente manufacturera a convertirse en un actor clave en el panorama tecnológico mundial.

Esta transformación les ha brindado a China la capacidad de competir a gran escala en el comercio global, ya que pueden comercializar productos, tecnologías y servicios que influyen de manera significativa en la economía global. Este fenómeno no solo impacta en términos de comercio y exportaciones, sino también en la capacidad de influir en los precios del petróleo, debido a su dominio en la producción y consumo de crudo.

No obstante, este paradigma no se limita a China. De hecho, el surgimiento del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) demuestra que otras naciones también están adoptando esta perspectiva de adaptación y cambio constante. Este bloque ha surgido como contraparte del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), arrebatándoles la manufactura y consolidando una posición económica prominente.

Este enfrentamiento económico a nivel global es la nueva forma de guerra en el mundo actual, donde los conflictos militares pasan a un segundo plano. Las economías y sus interdependencias son las protagonistas de esta lucha por la supremacía, y la calidad de vida de las sociedades es lo que está en juego.

En este nuevo contexto, es esencial que los países comprendan la importancia de tener relaciones comerciales sólidas y adaptables, no solo con aquellos que comparten sus ideologías, sino también con aquellos que pueden ofrecer oportunidades y ventajas económicas a largo plazo. Esto requiere un enfoque pragmático, despojado de sesgos ideológicos y centrado en el beneficio económico y social.

Para México, esta cuestión reviste una importancia particular. Históricamente dependiente de Estados Unidos en términos de exportaciones, inversión extranjera y remesas, nuestro país se encuentra en una posición vulnerable en esta nueva etapa económica global. El llamado "neashoring" –el regreso de empresas estadounidenses– se ha convertido en un pilar del PIB mexicano a mediano y largo plazo.

La economía actual no conoce de ideologías ni fronteras. China, con su capacidad para adaptarse, ha demostrado que un enfoque pragmático puede traer éxito económico y, con ello, influencia global. México, al igual que cualquier otro país, debe considerar estas lecciones y adaptarse a los nuevos desafíos económicos y comerciales, estableciendo relaciones sólidas y beneficiosas para su futuro. La estrategia camaleónica, libre de ataduras ideológicas, es esencial para sobrevivir y prosperar en este nuevo orden económico mundial.

https://twitter.com/economiaoil/status/1695971867549487561?s=20

Recuerdan que el dinero, no conoce ideologías, China es un buen ejemplo.

¿Qué opinas?

Compartir

EDITOR

Administrador Ver noticias del autor

EDITOR

Administrador Ver noticias del autor

Navegación

  • Nacional
  • En los tiempos de la radio
  • Entrevistas
  • Internacional
  • Deportes
  • Columnas invitadas
  • Finanzas
  • Atrapados en las Redes
  • Columnas Político Financieras
  • Principales medios
storymapping
  • AngularJS
  • ReactJS
  • Browserify