Agenda para el segundo acto

Por EDITOR Junio 14, 2024 8

Por Eduardo López Chávez

Hasta el mejor actor queda en ridículo si el guion es malo, cuidado con no elegir bien el libreto… Macraf

Ahora que estamos a unos meses de iniciar un nuevo gobierno, empiezan a salir cada vez más solicitudes y análisis de qué se debería o no hacer. Por supuesto, esto es algo totalmente normal; después de todo, aprovechar estas coyunturas para intentar cambiar la narrativa es lo más usual, deseable y necesario. Sin embargo, no todos los que nos dedicamos a estos análisis tenemos la posibilidad de lograr una injerencia tal que cambie las cosas, pero sí podemos apoyar causas que creamos correctas y que comulguen con nuestros ideales. Tal es el caso de lo que propone "México, ¿cómo vamos?" como agenda económica para el gobierno que iniciará en octubre.

Ellos proponen como ejes rectores estos puntos:

1. Dinamismo económico sostenido y sustentable para potenciar el progreso social.
2. Energía limpia y suficiente para el crecimiento.
3. Un mercado laboral dinámico con empleos de calidad y mayores ingresos para las y los trabajadores.
4. Estado de derecho: seguridad pública y certeza jurídica.
5. Fortalecimiento y sostenibilidad de la Hacienda Pública.

En el caso del primer punto, donde plantean requerimientos como incrementar el PIB per cápita o generar un Plan Nacional de Desarrollo que integre a todas las regiones del país, si bien sería lo deseable, hay un pequeño problema: han decidido dar continuidad a la persona que hoy “dirige” la Hacienda Pública. Muchos pensarían que eso es dar estabilidad; sin embargo, ya se comprobó que no es así. Muy por el contrario, la actuación del titular de esa secretaría ha dejado mucho que desear. Brilla por su ausencia y poca calma ha logrado generar. Por supuesto que también considero que se debe buscar una mayor dinámica económica, pero no lo veo posible en el corto plazo, lo cual también impacta de forma directa en el punto 5 que busca el fortalecimiento de la Hacienda Pública. No es posible pensar en ese escenario cuando lo único que se desea es aumentar el gasto sin aumentar las fuentes de ingreso. En el mediano y largo plazo, no es viable.

En el segundo punto, que es donde podría parecer que hay más posibilidades de actuación, me parece que debemos acotar algunas cosas importantes. Si bien la virtual futura presidenta ha levantado la mano en pro de las energías renovables y limpias, difiero de la propuesta de "México, ¿cómo vamos?" sobre transformar a Pemex en una empresa de energía. De nada sirve modificar a ese enorme elefante blanco; más bien, es necesario desmantelarlo y dejar solo lo que sea rentable para desaparecer lo demás y entonces hacerla parte de un sistema energético bien definido, en el cual tendría que ser la CFE la que se transforme en la punta de lanza del sector. Lo demás es solo seguir poniendo dinero en donde no sirve de nada y nos genera problemas de competitividad, que a fin de cuentas es lo que necesitamos remediar para entonces sí volver al sector un catalizador de inversión, generación de empleos y crecimiento económico.

En el caso del punto 3, comparto totalmente lo que se propone y agregaré como eje principal de acción para lograrlo el generar un incentivo real para las personas y empresas de pasar de la informalidad laboral a la formalidad, que efectivamente hoy está sujeto únicamente a los servicios de seguridad social, que en nuestro país no es más que el acceso a servicios de salud. Sin embargo, es justo ahí donde está el mayor “entuerto” que tendrá que arreglar (si es que así lo desea) el siguiente gobierno. Después de todo, hoy estamos a años luz del sistema danés y cada vez más cerca de un sistema bananero. No solo no hay medicamentos, sino que tampoco hay insumos básicos para que médicos y enfermeras puedan hacer su trabajo. Hoy el gran error y el gran costo de la 4T es el sistema de salud, por lo tanto, el único incentivo que existe para la formalidad es una vaga promesa que, de no cumplirse, simplemente no tendrá repercusión alguna.

Finalmente, el punto 4 propuesto por "México, ¿cómo vamos?" habla del gran talón de Aquiles del gobierno morenista que va de salida: el Estado de derecho, entendido como la existencia de seguridad pública y certeza jurídica. Seguridad y certeza que promueven la confianza en las instituciones y que se vuelven, en términos económicos, condiciones necesarias para la captación de nuevos capitales. Lamentablemente, todo indica que los abrazos continuarán, lo que tiene contentos a quienes deberían estar encarcelados y preocupados a quienes día a día, con su trabajo honesto, hacen que este país salga adelante.

Sin duda, el análisis de "México, ¿cómo vamos?" es uno de los mejores que he visto. Refleja muy bien lo que todos queremos y, me atrevería a decir, que necesitamos. Sin embargo, espero que estos aires de cambio y entusiasmo no se desvanezcan como ya sucedió hace 5 años y 6 meses. A nadie le conviene que le vaya mal al gobierno que sigue, pero tampoco le conviene a nadie que el gobierno que sigue tenga libertad total.

Así, así el segundo acto de los tiempos estelares de la 4T.

* El autor es director general y fundador del sitio "El Comentario del Día". Se desempeña como asesor, consultor y conferencista en temas de economía, política, gobierno y empresa. Además, conduce el programa de análisis "Voces Universitarias". Es catedrático en la Facultad de Gobierno y Economía y en la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana, así como en la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.

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