Aburrido hacer negocios en México
Por EDITOR Febrero 7, 2022 11
El simple hecho de realizar negocios en algún país, debe traer una sensación del poder contribuir en algo en la locación, a donde se pretende realizar al mismo. Pudo haber surgido de una necesidad de un mercado o cubrir una demanda que por muchos años no había podido ser ejecutada por medio de inversión pública.
Hoy, los proyectos de índole de infraestructura, energética, transporte, tecnológica o cualquiera que contribuya para mejorar, la calidad de vida de una población depende de qué tan difícil, complicado y cambiante una nación lo pone de manifiesto para su realización.
Todo negocio o proyecto, tiene dos aristas en un inicio del porqué debe estar, y el quién lo utilizará. En conjunto deberá establecer la forma de cómo perpetuar al tiempo, dinero e implementar conocimiento con nuevas experiencias que puedan mejorar el proceso efectuado, con el único fin de disminuir la toma de energías primarias, recursos naturales y poder reinvertir en poder cubrir a una mayor demanda en el futuro.
Los seres humanos no reproducimos como una vocación natural, y en la antigüedad entre mayor fuera la población en densidad, más poderosos eras, debido a que tenías gente que en volumen podría combatir en una guerra bélica. Hoy no es necesario tener un mayor número de gente en masa; si no se requiere tener una masa en conocimiento en cada uno de ellos, y esto dependerá de las facilidades que tenga cada persona en el tener acceso a poder en el ser parte de su nación o región.
Las administraciones de un país, son simplemente eso, entes de personas que deben organizar el rumbo correcto que debe tener una nación, y con el sentido común de cómo el mundo se ha, está y estará adaptando ante los cambios originados en el tiempo. Pensar en tomar el control del rumbo, con decisiones unilaterales o disfrazadas de en un consenso, caen en el aburrimiento de las personas, originando el fenómeno de complacencia, y quedando en una comodidad virtual, desvirtuada no en el hecho, sino en la razón del que cree tenerla.
En México hacer proyectos, inversiones y negocios, se ha vuelto aburrido, y obsoleto. Antes existían emociones, cuando participaban y realizaban licitaciones con inversiones públicas, ya sea con las empresas del estado o alguna dependencia. En el sentido que había que cumplir con una serie de requisitos para poder ganar algún contrato. Después al ver que había una forma de desvirtuar el proceso, y en algunos casos, eran aprovechados por empresas y el propio gobierno, para beneficiar a un grupo de individuos afines o cercanos al sector, secretarías o cualquier dependencia gubernamental para alguna obra, servicio o proyecto que era requerido. Esto desvirtuó el fin, y era el poder llegar a tener un desarrollo económico para tener un crecimiento en el mundo. Pero esto continúa, y no esperemos que cambie en el corto tiempo con la inversión pública. Debido a que no existen de alguna manera de evitar ciertas tendencias de asignaciones directas, colocándolas como urgentes para la nación, y esto es un sinónimo real de no tener planeación.
Cabe mencionar que no del todo es así, existen gentes y pocas áreas que emiten alguna convocatoria, y no persiguen un fin en particular de una agenda oculta; si no son desvirtuadas por alguien en el camino, y que considera una oportunidad individual para sí mismo.
La reforma energética ha sido catalogada desde un punto de vista político e ideológico. Cargado de eufemismo sobre algo que no podrá ser cierto, al considerar que esta podría bajar los precios de la energía en el todo, a sabiendas de que dependerá de quien o como fue contratado un proyecto para su factibilidad, construcción y operación durante un periodo de tiempo.
Hoy en el parlamento llevamos más de 1 millón de palabras expresadas, y representan 1.5 millones de dólares en horas hombre, y lo observado; es que se ha vuelto aburrido, no desde el punto de vista del contenido, sino de las acciones a realizar, debido a que tenemos más de 6 meses en discusiones, y no hay forma de realizar proyectos.
El embajador de EUA, Ken Salazar dijo algo que no fue comprendido en masa, y que todo aquel que hace un proyecto en el sector energético debió haber entendido:
“Puedes adaptar o mejorar las leyes para la población, pero deben estar acorde al crecimiento económico en que ambos países han acordado dentro del TMEC, y al final vamos a estar muy juntos, y principalmente será en la economía”.
Entonces nos hemos convertido en una nación aburrida, y a donde nos invitan al baile, vamos, pero no queremos salir, como nos sabemos el ritmo de la música, y decidimos esperar hasta que nos sintamos cómodos; convirtiéndonos en un país aburrido, y sin sentido y sin gracia para hacer negocios. ¡Para que ir al baile!
Las empresas privadas hoy día; muchas de ellas cualquier acción que efectúen fuera de las normatividades de una nación; repercuten al lugar donde están originadas las mismas, y al mismo tiempo limitan sus fuentes de financiamiento, e incrementando a los riesgos al infinito en el periodo de tiempo en algún país que sean parte de un negocio o proyecto. Podrán burlar y tener la suerte de cerrar un negocio, pero en algún momento pueden caer en la desventura, al no hacer lo correcto. Es donde un país, debe estar atento con los reguladores.
Hacer una fiesta con la música que me gusta, la hace aburrida, y todo el mundo se va.
Hacer proyectos en México, se ha vuelto aburrido, sin intereses porque ya sabes quién va a ganar cuando salga una licitación en el gobierno, siempre los mismos. Por qué, el no permitir que otros asuman la responsabilidad financiera, legal y sobre todo del generar un ambiente de crecimiento. Porque tiene que ser la inversión pública, que asuma el todo, cuando este es limitado por el dinero, es acaso que lo público busca a empresas que nos dé una mala calidad de servicio, productos o no den acceso a tecnologías actualizadas, un ejemplo es el nuevo ducto de gas natural entre Rusia-China, a donde incrementara el envió de esta materia prima al país con mayor demanda en el mediano a largo plazo.
No seamos aburridos, dejemos que la gente se divierta haciendo negocios en México, no estresemos a la gente, usemos el sentido común mejorando las normas, políticas y sobre todo entender que el presente, no es el futuro.
Mejorar las leyes para la población en el tener acceso a servicios, productos y tecnologías de acorde al poder adquisitivo, pero al mismo tiempo regulará para el tener un crecimiento en el país, y el mejorar la calidad de vida, en lo tangible e intangible en cada persona.
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